Parece que fue ayer cuando llegué a los Estados Unidos. Mis maletas, más que de ropa o zapatos, venían cargadas de sueños. ¡Qué ilusiones! Detrás dejaba mi país natal, familia, amigos, idioma, comida favorita; en fin, mi cultura. Quería ejercer mi carrera y aunque sabía que no iba a ser fácil, entendí la importancia de la preparación para alcanzar el éxito. Estuve estudiando inglés, previamente, durante dos años, pues consideraba que una de las barreras a derribar es el idioma. Pensé que sería la única; sin embargo, me esperaban otras sorpresas.
Vivimos realidades diferentes
No solo la manera de comunicarnos es distinta. En general, es otra forma de vida. Algunas cosas me llamaron la atención. Por ejemplo, aquí, ante una infracción recibes una multa segura. En los colegios, por ejemplo, no se usa uniforme. Y así como la realidad social, la económica también es muy distinta. La manera en que manejábamos las finanzas en nuestro país de origen no es, necesariamente, igual en Norte América. Aunque esto, básicamente, lo vive la primera generación de la familia que emigra, su experiencia para el resto de los integrantes marca la pauta y su comportamiento.
Planificar nuestras metas
Bajo esta situación, lo primero que debemos hacer es aprender cómo sembrar nuestro futuro, dejar pasar las uvas verdes y disfrutar la cosecha de las maduras. Y es que, todo esfuerzo y sacrificio, enfocado en metas concretas, conducen claramente al éxito. Para direccionar nuestra energía y concentración en el objetivo, podemos elaborar un presupuesto.
Conocer nuestra realidad financiera nos ayudará a plantear el camino hacia un mayor nivel de bienestar. Aquellos gastos que podamos reducir o eliminar, lo encauzaremos hacia la disminución de deudas o lo usaremos para obtener otros beneficios. El estudio es, definitivamente, una de las mejores inversiones y aprender cómo administrar nuestros recursos para obtener el mayor rendimiento -a corto y largo plazo- debe ser prioritario.
Manejo del crédito
El crédito debe permitir la adquisición de los activos que generen mayor bienestar a la familia. Su uso para gastos diarios o semanales debe ser controlado, caso contrario puedes entrar en una suerte de hoyo negro adonde irán a parar todos tus ingresos, sin que el gasto contribuya a los objetivos trazados. En este aspecto, nuevamente, adquirir el conocimiento financiero para gestionar el crédito antes de usarlo será un paso inteligente.
Aprender a manejar nuestras finanzas no es complicado. Consolidated Credit, una organización fundada en el año 1993 por Howard Dvorkin, publica en su página en español muchos artículos con información sencilla sobre temas financieros. De igual manera, estos especialistas en finanzas personales pueden asesorarte, a fin de que puedas encaminar tus esfuerzos en obtener el progreso que todos queremos.
El sueño de todo latino que emigra es llegar a vivir cómodamente, y para ello –entre otras cosas- necesita conseguir algunos bienes que le permitan lograrlo. El esfuerzo no es inconveniente para nosotros, pues somos grandes luchadores por naturaleza. En muchos casos, solo nos falta un poco de asesoría para alcanzar nuestros sueños. No diluyas tu energía; enfócate y avanza. El futuro es nuestro.